El Secuestro
Era una casa que tenía un aspecto de estar deshabitada. Lo
que se veía tenía un aspecto desolador. Nos acercamos a la entrada.
Javier, mi hermano, que era el más valiente abrió la puerta y entró al interior
de la casa. Yo no quería atravesar la puerta de la
casa, me acordaba en todo momento de las noticias que vi unas semanas
antes. Que contaban que tres niños fueron raptados mientras jugaban en los
alrededores de una casa abandonada en su pueblo.
Yo le dije a mi hermano:- ¿no te acuerdas de lo que
vimos en la tele la semana pasada?
Javier respondió: -seguro que no es esta misma casa.
Después de tanto insistirme me decido a atravesar
la puerta de la casa.
En primer lugar inspeccionamos la parte de debajo de la casa,
parece que está totalmente deshabitada, Javier tenía mucha intriga de
investigar el resto de la casa. Por otra parte, yo estaba muerto de miedo.
Después de estar un rato mirando todas las habitaciones, escuchamos un ruido que
proviene del desván. Después de tanto buscar encuentramos la puerta para ir al desván.
Yo me escapé corriendo de la casa llorando del
miedo, pero Javier entra en el desván y allí encuentra a los tres niños llenos
de heridas en la cara y muertos de terror. Cuando Javier se disponía a
desatarlos escuchan un fuerte portazo y unos pasos muy fuertes y rápidos que se
acercan al desván.
Cuando de repente ven a un señor gritando, con una voz tan
aterradora que Javier se queda paralizado. El señor le agarro del brazo y le
pego una brutal paliza.
Cuando Javier se despierta se encuentra en el hospital. A su
lado estamos mis padres y yo. Javier no sabía porque se
encontraba allí pero le había salvado la vida.
Cuando me escape de la casa, fui corriendo a
casa y avisé a mis padres, estos llamaron a la policía. Diez minutos más tarde
llegaron a la casa abandonada y encontraron a Javier y a los otros tres niños. El
señor culpable de raptar a los tres niños fue detenido a la semana siguiente
gracias a la descripción que los niños le dieron a la policía.